El césped artificial puede romperse o deteriorarse en una zona concreta, en cuyo caso se debe reparar. Por ejemplo, porque alguien haya clavado un sombrilla y haya hecho un agujero en la moqueta o porque una mesa colocada sin protección haya acabado rompiendo la hierba.
Otro de los motivos por los que se suele estropear la hierba artificial es por una mala colación de la misma. Independiente del motivo por el que el césped se haya deteriorado, es posible arreglarlo en la mayoría de los casos.
Cuando se trata de un deterioro pequeño, solo hay que cortar ese trozo de césped y sustituirlo por otro que irá cosido cuidadosamente a la red de la moqueta para que quede perfectamente unido y no se note diferencia.
Si el trozo a arreglar es muy grande o se quiere un resultado muy profesional, se puede llamar a la empresa que haya instalado el césped y pedirles que lo reparen. Esto es especialmente recomendable si son necesarios varios parches.
Mantén el césped artificial siempre como nuevo
Mantener en buen estado el césped artificial es muy importante y es preferible a reparar. Para ello hay que evitar cosas tan negativas como fumar y tirar las colillas al suelo o comer directamente sobre la hierba manchándola de grasa. Hay tres rutinas básicas para mantener el césped como nuevo y conseguir que dure mucho tiempo, incluso más allá de su garantía.
Cepillado: Al cepillar el césped con un cepillo de púas plásticas se logra mantener las hebras derechas. El cepillado se hará más o menos a menudo según el uso que se le dé al césped. Por ejemplo, si durante las vacaciones se utiliza mucho más, habrá que cepillarlo una vez cada semana o cada quince días mientras que en invierno una vez al mes es suficiente.
Soplado: Si se tiene un campo grande de césped artificial es buena idea tener un aparato de soplado para eliminar de la superficie hojas muertas u otros restos de suciedad. Si la zona es pequeña, al cepillar el campo ya se puede limpiar, pero si la superficie es grande, es mucho más rápido soplar.
Agua: El césped artificial, por supuesto, se puede lavar y además se debe de hacer cada cierto tiempo ya que siempre se deposita en él polvo o partículas de contaminación. Si está en el exterior se puede usar una manguera junto con el cepillo y si se trata de césped de interior (una terraza cubierta, por ejemplo, se puede utilizar una fregona o un cepillo húmedo)