Regar el jardín es una actividad que en muchos lugares de España es imprescindible si se quiere disfrutar de hierba verde y fresca durante todo el año. Pero desde luego no es lo más sensato ni lo más ecológico.
Algunos lugares de nuestro país sufren sequías que debido al cambio climático son cada vez más frecuentes e incluso más largas. Plantar hierba natural en estos lugares implica gastar muchos libros de agua, ya que son necesarios nada menos que siete litros de agua al día por cada metro cuadrado de césped plantado.
Si no llueve, esta agua debe de proceder del riego, siendo un gran gasto. Por eso, lo adecuado en estos lugares es recurrir al césped artificial que solo ofrece ventajas. No hay que regarlo, es ecológico, muy agradable incluso para tumbarse sobre él y que necesita un mantenimiento mínimo.
El césped artificial solo hay que lavarlo de vez en cuando para retirar el polvo, pero no es necesaria mucha agua para hacerlo. Si la superficie no es muy grande se puede hacer incluso con una mopa húmeda para economizar todavía más el preciado líquido.
Tu jardín se verá igual de bonito o incluso más, ya que no habrá en ningún momento zonas secas. Además podrás realizar las mismas actividades que en la hierba natural.
Regar el jardín, un trabajo que te ahorras
No solo vas a ahorrar en agua al no tener que regar tu jardín, también te vas a ahorrar el trabajo de tener que levantarte temprano, antes de que el sol apriete, para regar el jardín y prepararlo para los momentos más calurosos del día y hacer otro tanto por la tarde.
Claro que también puedes instalar un sistema de riego automático, que además de consumir mucha agua te costará un dineral y que es más que posible que te prohíban utilizar si resulta que hay un periodo de sequía.
Porque regar no es tan solo algo que queramos o no queramos hacer, en ocasiones puede estar legislado y cuando no llueve durante mucho tiempo es frecuente que se prohíban actividades como regar los jardines y llenar las piscinas para evitar que pueda faltar suministro para beber, ducharse y cocinar.
En lugares lluviosos la hierba natural puede ser una buena opción para tu jardín, aunque siempre va a necesitar cuidados. Pero en lugares en los que el agua es un bien más escaso lo más sensato es recurrir al césped artificial para cubrir espacios de ocio.